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Tres días para acelerar el montaje financiero de la película, buscar distribuidores internacionales y llamar la atención, entre los 55 proyectos seleccionados este año, Alberto Vázquez y su equipo de coproducción (del lado francés, Autour de Minuit y Schmuby Productions, y por nuestra parte, Uniko y Abano Productions), no van a tener mucho tiempo libre estos días.Burdeos ha logrado que la celebración de Cartoon Movie (creada en 1999 en Alemania y que ya llevaba 7 años en Lyon) se traslade a la ciudad. La próxima construcción de la Cité Numérique (que destinará 1500 metros cuadrados, a un sector tan dinámico que ha visto crecer el número de empleos en estas industrias creativas un 20 % entre 2009 y 2015, alcanzando 5.000 empleados), también ha tenido mucho que ver, así como el creciente número de productores de animación (entre otros ejemplos, O menino e o mondo, también se finalizó en Burdeos).
De la Cartoon Movie han salido varios César y nominaciones a los Óscar (el último ejemplo, La vida de calabacín). Un encuentro profesional que cuenta con 750 participantes de 40 países y que ha logrado que decenas de sus proyectos sobrepasen la barrera de un millón de entradas en taquilla, sólo en Francia.
Y es que una película de animación cuesta muchísimo, en talento, tiempo y dinero. Varios millones de euros incluso para un formato estándar de largometraje. Thibaut Ruby, de Schmuby, afirma que, de media, hace falta un día de trabajo para crear un segundo de animación. O sea, unos 4.800 días para una película de 80 minutos, sin contar creación de decorados, sonido, doblaje...
De lo presentado en esta edición se nota una clara tendencia a abordar, con valentía y mayor frecuencia, el mundo adulto con temas delicados y candentes: los abusos sexuales de Awakening Beauty, el franquismo de Josep (sobre el diseñador Josep Bartoli) o la censura de las películas surrealistas en Buñuel in the Labyrinth of the Turtles (que sufrió el director tras la proyección de La edad de oro).
Por supuesto también se espera a los grandísimos: Wolfwalkers, de Tomm Moore (tras su sublime La canción del mar), Zombillenium, adaptación del comic de Arthur de Pins, o Calamity, a childhood of Martha Jane Cannary, lo nuevo de Rémi Chayé (Tout en haut du Monde).
Tres días muy animados que nos invitan a soñar, y que gracias al juego de las coproducciones, nos animan a imaginar a Alberto Vázquez, en 2019, recogiendo un César a la mejor película de animación.
Unicorn Wars, la guerra inmemorial entre ositos militares y unicornios, en la que el soldado Celestino estará dispuesto a todo para obtener la sangre de las mitológicas criaturas, con el fin de conservarse eternalmente joven y bello, como lo predice el nuevo libro de la religión. Un artefacto de alto voltaje en las manos del talentoso cineasta y coleccionista de Goyas de la academia. Ganas, ganas, ganas...