¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Lavozdenicaragua escriba una noticia?
Por Fabio Gadea Mantilla. Querida Nicaragua: Muchas veces no hay necesidad de declararse culpable. Los hechos mismos señalan a quienes son responsables de los delitos que se cometen todos los días. El silencio de las instituciones gubernamentales es más que evidente para entender que no quieren hacer nada para no comprometer a sus compañeros en este gobierno delincuente, criminal pero silencioso, en donde impera el reino del silencio.
La Procuraduría de los derechos humanos debería llamarse la procuraduría para ocultar los derechos humanos. La Fiscalía y la Contraloría deberían llamarse Fiscalía de la ceguera perpetua y Contraloría de la sordera permanente.
Ante los últimos acontecimientos ocurridos en Nueva Guinea, Ciudad Darío y Nueva Segovia, donde hubo muertos a causa del desorden electoral, hay un silencio profundo. Silencio del Consejo Electoral a quien no le importan los muertos sino quedar bien con su jefe y contar los votos para ganar. Silencio absoluto en la Policía, llamada nacional, que no declara ni averigua nada sobre los muertos de estos lugares. Parece ser que las únicas declaraciones de la primera comisionada siempre se refieren a que "también hubo militares golpeados por los opositores", como quien quiere justificar cualquier tipo de delito cometido por las fuerzas del orden y por las turbas de choque de danielismo.
A la comisionada no parecen conmoverles las vejaciones a las mujeres en Nueva Guinea, donde fueron obligadas a desnudarse y donde las humillaron manoseándoles sus partes nobles y las amenazaron con palabras que no puedo reproducir aquí por elemental decencia informativa.
Hombres maltratados casi como en los tiempos de las monarquías y los calabozos, apaleados, golpeados en el suelo hasta quedar inconscientes. Todo esto para disolver un nutrido grupo de ciudadanos indignados que protestaban el robo descarado que el danielismo hacía en las alcaldías de esos lugares. Y encima de todo, el fiscal electoral Juárez, tan frío como un témpano de hielo y tan tranquilo como un cartujo, declara que las elecciones fueron una muestra de que la democracia avanza en Nicaragua y que todo ha sido un éxito.
No hay duda de que estamos viviendo tiempos tormentosos porque no hay mayor desgracia que la mentira, ni mayor humillación para el pueblo que tener un gobierno irresponsable, que no responde a nada, que tan solo se preocupa por colocar rótulos del mandamás por todas partes y de repartir en paquetes AFA, en nombre de su partido, el dinero que es de todos nosotros.
Sepan bien que ni mil paquetes repartidos en las purísimas sacrílegas pueden reponer las vidas humanas truncadas por los esbirros danielistas en los últimos días. Y debieran saber que un gobierno está para proteger la vida de sus ciudadanos, no para aniquilarla. Y los ministros que callan y los funcionarios de cualquier rango que se hacen los suecos porque están recibiendo sus salarios y sus paquetes navideños, tienen su parte de culpa en esta orgía de silencio que ha producido muertes dolorosas en varios sitios de nuestra nación. Y sepa la Policía, llamada nacional, sepa la primera comisionada, que sobre su conciencia cae también la sangre de tanto inocente que no hacía más que hacer lo que ella misma hizo cuando abandonó los hábitos y se unió a la lucha clandestina para botar a la detestable y criminal dictadura de los Somoza, bien parecida a esta.
Dios perdone los desmanes de tanto funcionario inoperante que por un plato de lentejas están entregando la nación a una nueva dictadura. El autor es director general de Radio Corporación
No hay duda de que estamos viviendo tiempos tormentosos porque no hay mayor desgracia que la mentira, ni mayor humillación para el pueblo que tener un gobierno irresponsable, que no responde a nada, que tan solo se preocupa por colocar rótulos del mandamás por todas partes y de repartir en paquetes AFA, en nombre de su partido, el dinero que es de todos nosotros.