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Desde principios de junio hemos sido testigos de la existencia de diferencias políticas en los estados de la UE, en especial, sobre la acogida de refugiados y los migrantes irregulares
Los países fundamentales de la UE participaron en una controversia sobre esta cuestión.
Así, en Alemania el gobierno de coalición de Merkel no ha logrado ponerse de acuerdo con Horst Seehofer, el Ministro Federal del Interior, sobre la política migratoria. Italia y Malta fueron criticados por unos miembros de la UE por haber negado a aceptar a los 629 refugiados. Como resultado, se estalló el escándalo diplomático entre Roma y París. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, intervino acusando al nuevo gobierno populista de Italia de comportamiento cínico e irresponsable. Para responder a las palabras de Macron, Italia llamó al embajador francés para explicar esta situación. Y el Ministro del Interior demandó una disculpa de Macron. Le recordó que Francia no respetaba las cuotas de acogida a refugiados establecidas en la UE, aunque en 2015 el país se acordó de recibir a más de 9 mil de migrantes. Pero en los últimos cinco años Italia ha recibido a cerca de 600 mil de refugiados. Por eso, el país insiste en compartir esta carga con otros miembros de la UE.
En este contexto, el 12 de junio, Sebastian Kurz, el Primer Ministro de Austria, conocido por su actitud estricta con respecto a los refugiados, dijo sobre la formación de un eje (representado por Austria, Alemania e Italia) para combatir la migración ilegal en la UE. Entonces, Austria ya comenzó a endurecer unilateralmente las normas de la legislación sobre migración. Y dado que el 1 de julio Austria preside el Consejo de la UE, la cuestión de los refugiados se convertirá en este momento en la principal prioridad del país y de toda la UE.
Y aunque antes Alemania encabezada por A. Merkel abordaba la cuestión de los refugiados, ahora este problema ha dividido a la élite política del país y ha puesto en peligro al gobierno de coalición de Merkel. Dos líderes del bloque CDU / CSU no estuvieron de acuerdo: la canciller Angela Merkel (CDU) y el ministro del Interior, ex ministro presidente de Baviera, Horst Seehofer (CSU). El 12 de junio debía presentar formalmente su plan para combatir la migración ilegal, pero Merkel se negó a autorizarlo y formuló duros comentarios sobre el documento. En su nuevo plan, Seehofer propone establecer centros temporales especiales de refugiados en Alemania, donde tienen que vivir hasta que se tome la decisión de concederles el asilo. Además, serían distribuidos por todo el país, y en caso de negativa, deportarían desde el país. Todo esto causó un descontento de Merkel. Podemos decir que esos desacuerdos de los líderes del bloque CDU / CSU puedan llevar al final del gobierno alemán formado hace tres meses ...
Y aunque la canciller insiste en que la UE resista el problema, todo esto solamente puede provocar mayores desacuerdos dentro de la Unión Europea, ya que los países que han experimentado más la afluencia de refugiados y se han negado a aceptarlos, como Italia, Grecia, Malta, Hungría y otros, se unirán a Alemania.
Pienso, que la crisis migratoria amenace con laexistencia de la Unión Europea, puede decir, es el enemigo interior, porque los 28 estados que forman el mayor bloque comercial del mundo no pueden gestionar de forma colectiva a los inmigrantes que llegan.