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Desde el año pasado, productores y productoras de café han alertado sobre la grave afectación de sus cultivos de café por la plaga de la roya, que está redundando en pérdidas de áreas sembradas, disminución de la producción y las exportaciones y un creciente desempleo en las zonas cafetaleras más afectadas.
Hasta hoy, el régimen de la familia Ortega no ha mostrado interés en enfrentar ese grave problema que afecta a las familias de los departamentos de Nueva Segovia, Madriz, Estelí, Matagalpa y Jinotega. Por el contrario, todos los restantes gobiernos de Centroamérica han activado declaratorias de emergencia y desplegado medidas de respaldo a los productores.
A la fecha, a punto de comenzar un nuevo invierno, productores y productoras se encuentran librados a sus recursos y posibilidades. Esto es particularmente severo para los pequeños productores y productoras, que son la mayoría.
Hasta ahora, según distintas organizaciones, asociaciones y especialistas, la plaga de la roya ha afectado poco más de 58, 000 manzanas sembradas de café, aproximadamente un 32% del total sembrado en el país. De acuerdo a las asociaciones de cafetaleros, si no hay acciones urgentes y contundentes, la pérdida podrá elevarse durante el presente ciclo agrícola.
Más de 32 mil productores de café y sus familias han sido afectados en sus plantaciones según el Secretario Ejecutivo de CONACAFE. Es decir, unas 176, 000 personas que verán disminuir sus ingresos durante varios años. También, más de 120, 000 trabajadores y trabajadoras agrícolas han perdido sus fuentes de trabajo, por la reducción de áreas. Varios miles más, están en riesgo de quedar desempleados. Solamente en la cosecha recién pasada, se estima que los trabajadores y las trabajadoras perdieron unos 100 millones de córdobas en salarios, por el café que se dejó de cortar. A estos efectos hay que agregar la reducción del comercio, el transporte y la actividad económica que gira en torno de la caficultura.
El MRS ha estado tomando contacto con productores y productoras de café y con especialistas que están urgiendo un plan integral que les permita enfrentar la emergencia y disponerse a mejorar sus plantaciones para el futuro. Elementos esenciales de ese Plan Integral deberían ser:
1. Acciones para enfrentar la situación de emergencia
Los pequeños productores y productoras están urgidos de apoyo para enfrentar la roya e impedir su difusión a más áreas sembradas. Creemos que el gobierno debe adquirir los fungicidas adecuados, de acuerdo a las recomendaciones de los especialistas y entregar, gratuitamente, un paquete de agroquímicos, a cada productor, en dependencia de su área sembrada, siempre que tenga diez manzanas o menos.
A productores y productoras que poseen más de diez manzanas y máximo veinte, a través del Banco Produzcamos se deberá entregar un crédito de corto plazo, a una tasa de interés no mayor del 8%, para que puedan enfrentar el control de la roya en sus plantaciones.
Para apoyar a las familias de los pequeños productores y productoras, el gobierno debería entregar un paquete de semillas y otros insumos, que les ayude a producir alimentos para su sostenimiento.
Considerando la gravedad del desempleo causado por la roya y la desidia gubernamental, es urgente la implementación de un programa de empleo que pueda ofrecer trabajo e ingresos a los miles de trabajadores y trabajadoras que han quedado sin opciones.
2. Impulsar un programa de renovación de cafetales.
Las productoras y productores que ya han sido afectados por la roya y han tenido que liquidar áreas sembradas necesitan de la ejecución de un Programa de Renovación Cafetalera para resembrar sus parcelas, lo que les garantizará ingresos en el futuro y creación de empleos, convirtiendo la crisis en una oportunidad.
La renovación de cafetales requiere que el Estado suministre semillas certificadas de buena calidad y de la concesión de un crédito de largo plazo a pequeños productores y productoras, cuya área sembrada sea no mayor de veinte manzanas, para cubrir los costos totales de renovar sus plantaciones, estimados en 4, 500 dólares por manzana.
El crédito puede ser operado a través del Banco Produzcamos y debe otorgarse a 10 años de plazo, con cuatro años de gracia, para que los productores y productoras comiencen a pagar cuando ya tengan algunos ingresos. La tasa de interés no deberá ser mayor del 8% de interés anual sobre saldos. El Banco Produzcamos podría otorgar el crédito a productores que carezcan de legalización de sus propiedades, pero que se pueda constatar su dominio y posesión de las mismas.
Junto al crédito, se necesita un programa de asistencia técnica y capacitación para el apoyo de pequeños productores y productoras de café. Es imprescindible que el Estado promueva la investigación y transferencia de tecnologías a los productores para el mejoramiento integral de la caficultura y el manejo de las condiciones relativas al cambio climático.
El MRS rechaza de plano la decisión del régimen de la familia Ortega Murillo de quitar tres a diez dólares por cada quintal de café, a cada productor, para financiar su programa. Esta decisión vendría a agravar la situación de los caficultores que ya sufren los efectos de la plaga y de los bajos precios internacionales.
El MRS demanda acciones urgentes que apoyen a todos y todas los afectados, a productores individuales, a los miembros de cooperativas o de asociaciones, a trabajadores y trabajadoras sin discriminación alguna, ni favoritismos políticos, ni corrupción.