Mujer, que importante es tu rol en la Educación en Eficiencia Energética

Quiero empezar este articulo con una frase sincera y de corazón:

¡Feliz Dia Mujer, mi respeto y admiración por tu rol insustituible como gestora de vida y formadora en nuestra sociedad!

Desde que conozco y he investigado, la mujer siempre ha desempeñado tradicionalmente un papel fundamental como rectora económica del hogar en nuestra sociedad. Además de las responsabilidades relacionadas con la gestión del presupuesto familiar, la educación de los hijos y la administración de la casa, la mujer también ha sido la encargada de garantizar que el hogar funcione de manera eficiente y sostenible desde el punto de vista energético.

En este sentido, la educación en eficiencia energética se ha convertido en una herramienta fundamental para que las mujeres puedan desempeñar en su entorno este papel de manera efectiva y eficiente.

La eficiencia energética es una de las claves para garantizar un futuro sostenible para el planeta. En los hogares, la eficiencia energética se refiere a la utilización de los recursos energéticos de manera responsable y racional, reduciendo el consumo de energía y minimizando el impacto ambiental. Para lograrlo, es necesario tomar medidas que van desde la elección de electrodomésticos eficientes hasta la implementación de sistemas de iluminación y calefacción sostenibles. Así como también, la implementación de políticas de ahorro junto con los miembros de su núcleo y entorno familiar.

Las medidas pueden tener un impacto positivo en la economía familiar, reduciendo los costos de energía y aumentando la disponibilidad de recursos económicos para otras necesidades

Sin duda, es una figura clave para la promoción de la eficiencia energética en el hogar. Como responsable de la gestión del presupuesto familiar, la mujer tiene un papel crucial en la toma de decisiones relacionadas con la compra y gestión de los recursos familiares para instrumentar el ahorro energético. Pero también, la mujer es la encargada de la educación y formación de los hijos en temas relacionados con la eficiencia energética, lo que garantiza la transmisión de valores y conocimientos hacia las generaciones futuras e incidiendo positivamente en el entorno en donde ellos se desenvuelven.

La educación en eficiencia energética necesita realzar este rol que la mujer tiene, para que pueda desempeñar este papel de manera altamente efectiva. Esta educación debe ser accesible, práctica y adaptada a las necesidades y condiciones específicas de cada hogar. En este sentido, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales pueden desempeñar un papel importante en la promoción de la educación en eficiencia energética, ofreciendo herramientas y recursos educativos que permitan a la mujer adquirir los conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y responsables.

Entre las medidas primarias que pueden implementarse en el hogar para mejorar la eficiencia energética y que precisan de pocos recursos, se encuentran la instrucción/orientación para la elección de electrodomésticos eficientes, la implementación (o cambio) de sistemas de iluminación por nuevos más eficientes, y el uso de la calefacción o refrigeración con equipos que sean eficientes y sostenibles. Sin el menoscabo de la adopción de medidas de ahorro energético en la cocina y el baño y la promoción de prácticas de consumo responsable en el hogar. Estas medidas no solo permitirán reducir el consumo de energía y minimizar el impacto ambiental, sino que también pueden tener un impacto positivo en la economía familiar, reduciendo los costos de energía y aumentando la disponibilidad de recursos económicos para otras necesidades.

¡Desde nuestra, hacemos un llamado a la educación para la acción!