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Con licencia para votar, Sir Sean Connery dirá “Sí” a la independencia de Escocia a pesar de ser caballero del imperio

09/09/2014 03:50 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Nacido en cuna pobre Sean Connery desempeñó mil oficios modestos hasta que James Bond le hizo famoso hasta ser condecorado por la reina Isabel. Pero cuando fue millonario dio mucho para la Escocia pobre

Nació el 25 de agosto de 1930 en Edimburgo, Escocia (Gran Bretaña). De presencia varonil, (mide 1´89 de altura), Thomas Sean Connery alcanzó la fama a comienzos de los años 60 gracias a su personaje James Bond, al servicio de Su Majestad, el espía británico creado por el escritor Ian Fleming.

Sean Connery se crió en una familia muy pobre (su madre Effie era mujer de la limpieza y su padre Joseph, camionero). Como  niño inesperado no había cama para él cuando llegó al mundo. Hasta que nació su hermano Neil después de la década de 1930, Thomas, como se le conocía entonces, dormía en el cajón inferior del armario de la familia y sólo pudo conseguir un adecuado sofá-cama cuando el nacimiento de su hermano Neil ocho años más tarde. Sean siempre se tuvo que esforzar mucho para mejorar su vida

No tuvo demasiado trato con los libros escolares pues tuvo que abandonar el colegio a los 13 años para ayudar a la economía familiar trabajando como repartidor de leche y otros oficios, entre los cuales estaba el de ayudante de carnicero…

Pronto tuvo que enrolarse en la Marina británica, para tener un salario y seguridad social, pero los problemas de salud derivados de una úlcera de estómago, le hicieron quedarse en tierra. Se quedó en el paro.

Como buen marinero, Connery se tatuó el brazo  dos inscripciones que rezan "Padre y Madre" y "Escocia para siempre". Sobre este último, cabe resaltar que Connery  pertenecía ya al Partido Nacional Escocés, aún estando en la marina de su Majestad y sus compañeros ingleses le tenían como un separatista recalcitrante pero tratable.

En su juventud dedicó mucho tiempo al ejercicio físico, en especial a la práctica del body building, que le llevó a labrar un cuerpo atlético. En el concurso al título de Mr Universo quedó en tercera posición en la categoría de más de 1'80), y lo que, le proporcionó empleo como modelo para escuelas de arte y tuvo que adoptar las técnicas del modelo inmóvil ante escultores y pintores, oficio agotador porque tenía que mantenerse en una postura durante horas y terminaba agotado, física y mentalmente. Un masajista le volvía los músculos a su sitio. Se hizo socorrista y como profesor se distinguió

 

Después de trabajar en oficios similares, gracias ahora a su físico atlético y su tenacidad, Connery descubrió su verdadera vocación cuando a los 20 años participó como un miembro más del coro en la producción musical "South Pacific". Eso le dio la oportunidad de hacer diversas apariciones primero como actor secundario y luego como extra en el West End londinense y como extra en el campo televisivo. Connery, quien, para muchos, cuanto mayor parece más atractivo, sigue estando muy bien visto por las mujeres.

En el año 1962 se convirtió en estrella al ser elegido para encarnar a James Bond en la película "007 Contra el Doctor No" (1962), primer título dedicado a la serie del agente británico que fue dirigido por Terence Young y co-protagonizado por Ursula Andress.

También en esa década contrajo su primer matrimonio,   en el año 1962  con la actriz australiana Diane Cilento, una de las chicas Bond. Sean apareció en titulares junto a cantantes como "Tom Jones" o en films "El Tormento y El Éxtasis". El matrimonio duró 11 años, desde 1962 hasta 1973. Y aunque se separaron en 1971, se divorciaron en 1974 y tuvieron un hijo llamado Jason, quien con el paso de los años continuó la senda interpretativa de sus padres.

En 1975 se casó en Gibraltar con la pintora francesa Micheline Roquebrune tras conocerla en un torneo de golf organizado en la ciudad marroquí de Casablanca.

Mucho más tarde fue considerado como el James Bond Más Seductor, según la fundación Film Society of Lincoln Center de New York (en 1997).

Cuando Sean Connery tenía visiblemente más pelo en la barbilla que en la cabeza, fue elegido el hombre más sexy del mundo, por sobre Paul Newman.

En cuanto a belleza, en 1989 la revista People ya le eligió como uno de los Hombres Más Sexis del Año. A él le gustan sus arrugas y piensa que si de joven le adoraban por su masculinidad, ahora le respetan por su madurez. En 1999 más de 16.000 lectoras de la revista norteamericana New Woman votaron a los hombres más sexis del siglo. La edad entre ellas: de 25 a 45 años. Connery salió elegido como el Hombre Más Sexy del Siglo. ¡Con 69 años!. (Desbancó nada menos que a rostros como Brad Pitt, Harrison Ford o Mel Gibson).

Respecto a su carrera, sigue el criterio de Michael Douglas: no le parece nada mal que le emparejen sentimental y ficticiamente con jovencitas, algo con lo que actores como Pierce Brosnan (también luego James Bond), no está de acuerdo.  Connery siempre dijo que no tenía ninguna intención de retirarse porque su trabajo le mantenía joven y seguirá teniendo como partenaires a chicas 20 años menores que él. Su papel favorito fue el de monje investigador en “El Nombre de la Rosa“.

Connery y Micheline siguen juntos desde entonces, y viven sus existencias de una manera muy entretenida, como los propios protagonistas declaran, entre sus casas de Nassau (Bahamas), Los Ángeles, un apartamento en Londres, y Montecarlo. Y hasta no hace mucho, también en la Marbella de Gil.

Con ellos ha vivido siempre el hijo de Micheline (que entró en su vida cuando el pequeño tenía 6 años), al que Connery considera como su propio hijo. Cuando Sean y Micheline llevaban ya 21 años de matrimonio, saltó un rumor que aseguraba que el matrimonio de la pareja peligraba porque en la vida de Connery (65 años) había entrado otra mujer, una joven llamada Nina Kraft (35 años) conocida especialista en los más complicados masajes de Hollywood. Sea como fuere, la relación de Connery con Micheline es de mutua confianza.

En 1971, Connery entregó la totalidad de su sueldo por 'Diamantes para la eternidad' (más de un millón de dólares de aquella época) para una obra de caridad en Escocia.

Connery no estaba boyante entonces, pero quería hacer esa donación. Como por culpa de algunos expertos financieros ya se había arruinado tres veces en su vida, Micheline fue la que empezó a llevar las cuentas. Como puede apreciarse, Connery confía plenamente en su actual mujer, quien, por cierto, dice que no entiende cómo es posible que conforme su marido envejece, se pone más guapo... mientras que ella envejece y se estropea. Los hombres, algunos hombres, desde el punto de vista genético, son afortunados.

Respecto al hijo de Sean Connery, Jason Connery, éste es un actor que está casado desde 1996 con la actriz Mia Sara, (protagonista de 'Legend' con Tom Cruise). Jason y Mia hicieron abuelo a Connery con el pequeño Dashiell Quinn.

Como Jason sabía de la mala relación entre sus padres, decidió no invitarlos a la boda, por miedo a que le estropearan el día, pero su relación con ellos es buena en general.

A modo de curiosidad, contaron que a Jason le ofrecieron el papel de James Bond, y aunque la oferta era muy jugosa económicamente, decidió no hacerlo porque sabía que eran inevitables las comparaciones entre padre e hijo.

Si Sean Connery comenzó su vida viviendo como un auténtico luchador, no se le puede negar que este aspecto de su personalidad no lo haya olvidado.

Connery estuvo sometiéndose durante seis meses a quimioterapia para ganar una batalla a un cáncer de garganta.

Los otros títulos de Bond con Sean Connery como protagonista son "Desde Rusia Con Amor" (1963) de Young, "James Bond Contra Goldfinger" (1964) de Guy Hamilton, "Operación Trueno" (1965) de Young, "Sólo Se Vive Dos Veces" (1967) de Lewis Gilbert, "Diamantes Para La Eternidad" (1971) de Guy Hamilton y "Nunca Digas Nunca Jamás" (1983) de Irvin Kershner.

Actualmente tras superar los achaques de la edad, sigue practicando el golf que quiere exportar a Escocia

Además de sus películas como 007, Sean Connery en los años 60 apareció en títulos estimables.

Su talento interpretativo logró que no se le encasillara en el citado personaje, desarrollando en su larga trayectoria profesional una digna carrera cinematográfica al margen de su importante contribución al éxito de la serie dedicada al agente 007.

Entre los premios conseguidos durante su extensa carrera está el máximo galardón, el Oscar de Hollywood al Mejor Actor Secundario, en 1987, por su papel en 'Los Intocables de Elliot Ness', en competición con las siguientes nominaciones: Albert Brooks ( Broadcast News), Morgan Freeman (The Street), Vicent Gardenia (Moonlightwing) y Denzel Washington (Cry Freedom).

Connery ganó el Oscar, siendo hasta ahora su único triunfo o nominación. Ciertamente, se trata de uno de los mejores trabajos, aunque la Academia olvidase 'The Man Who would be King', en 1975. La ceremonia de los Oscar se celebró el 12 de marzo de 1988.

En noviembre de 1990, la Academia Británica de Cinematografía y Televisión le otorgó el premio BAFTA " por su contribución al mundo del cine", un galardón que para Sean Connery es tan importante o más que el propio Oscar de Hollywood. También consiguió el León de Oro en el Festival de Venecia. Además, dejó sus huellas y su firma en una baldosa del Teatro Chino de Hollywood en 1999.

Su caché en 1996 era ya de 5 millones de dólares por película. En 1998, la revista Premiére, en su lista de las 100 personalidades con más poder dentro del cine americano, colocaba a Sean en el puesto 62º.

Hombre divertido, al menos para sus amistades, es de esos personajes que en las fiestas se arrancaba a cantar canciones típicas escocesas mientras bebía naturalmente whisky escocés como un cosaco. Aunque no tanto como el creador del personaje Ian Fleming. Es más, durante el rodaje de "Sol naciente", antes de cada escena, cuentan que cantaba canciones tradicionales irlandesas como si fuera un marinero. La verdad sobre Connery es que tiene fama de buscar bromas allá donde va.

Dejando a un lado su generosidad sobre el dinero, para buenas causas, su sentido del humor es una parte inherente de su personalidad. En una ocasión en la que le preguntaron que dónde guardaba el Oscar, respondió que en el cuarto de baño.

Ya en 1998 se dudaba si darle el título honorífico por su apoyo férreo al NSP (Partido Nacionalista Escocés) Pero a Sean Connery, el escocés más famoso del mundo, se le negó el título de hombre de Año Nuevo de Escocia por Donald Dewar, debido a sus simpatías nacionalistas. El Secretario de Escocia decidió revocar una recomendación del anterior gobierno conservador cuando los laboristas llegaron al poder tras las elecciones generales.

Pero los conservadores respondían que el título fue bloqueado no por las diferencias de los partidos políticos sino por cosas del exilio de Connery. Se entiende que el título de hombre de Escocia para el más famoso James Bond había sido aprobado por Dewar's predecesor como Secretario escocés, Sir Michael Forsyth. Los conservadores entonces hubieran estado por el “No“. Los laboristas por el ”si“, pero en Inglaterra la reina no dudó en hacerle caballero del Imperio

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Los años 70 sirvieron para que Connery se alejara de James Bond y demostrara que su capacidad de actuación sobrepasaba el estancamiento en un personaje consiguiendo espléndidas interpretaciones en films como, "Asesinato En El Oriente Express" (1974), de nuevo dirigido por Lumet, "El Hombre Que Pudo Reinar" (1975) de John Huston, "El Viento y El León" (1975) de John Millius, "Robin y Marian" (1976) de Richard Lester, "Cuba" (1979), film dirigido por Richard Lester.

Su madurez como persona y actor prosiguió en las siguientes décadas, aumentando aún más si cabe su prestigio como actor y su sex appeal entre la audiencia femenina.

Sus memorias, que presentó hace cinco años, fueron ya un tremendo “Sí” a Escocia, aunque eran poco autobiográficas

En el día de su 78 cumpleaños, el actor Sean Connery presentó  en Edimburgo sus memorias, “Ser escocés” (Being a scot), un libro con pocos datos autobiográficos pero en el que este intérprete, que ha sido James Bond, Robin Hood, el Rey Arturo y el padre de Indiana Jones, rinde homenaje a su adorada Escocia. En sus memorias, Connery dedica el primer capítulo a su vida, aunque no a la privada, antes de entrar de lleno en unos ensayos sobre la cultura y la sociedad escocesas, incluidos el deporte, el cine y la arquitectura. Algunos críticos las consideraron como “poco jugosas para una autobiografía”. Las memorias de Connery, escritas junto al cineasta escocés Murrey Grigor, fueron sin embargo calificadas por los organizadores del festival como un "documento notable". La directora del festival, Catherine Lockerbie, ha asegurado que, gracias a este libro, la gente podrá conocer lo que piensa Connery sobre la cultura y la vida en Escocia. Montó su propio estudio de Cine en Escocia, dado que allí no había ninguno, como en Inglaterra, entonces. Escocia no existe una industria cinematográfica. Sí tienen estudios, pero no una industria, y a pesar de todo, Connery  decidió invertir pensando en formar actores escoceses. Debió perder millones

 

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A pesar de estar prácticamente retirado del mundo del cine, el escocés vivo más famoso no  había dejado de atraer admiradores. Las entradas se agotaron para la presentación de este libro durante el Festival Internacional del Libro de Edimburgo. En una sala abarrotada, Connery hizo reír a la audiencia -formada por unas 300 personas- al contar anécdotas de su infancia, que mezcló con su incondicional defensa de la independencia escocesa. Para este actor, condecorado con el título de caballero (Sir) por la reina Isabel II en el año 2000, Escocia debe siempre presentarse independiente, auque lo haga en solitario como nación, en cualquier evento. Apoyó la petición del Partido Nacionalista Escocés (SNP) para que Escocia acudiera a los Juegos Olímpicos de Londres, en el 2012, como equipo escocés y no como parte del británico. Y así lo hicieron.

El ministro principal escocés, Alex Salmond, del SNP, estuvo presente en esta presentación, además de su hermano, Neil, y su esposa, Micheline Roquebrune. Connery, dijo que era de una familia de pocos recursos de Edimburgo, recordó los primeros años de su carrera, su trabajo como lechero y  luego como profesional del culturismo y modelo. Contó cómo su amigo Robert Henderson le pidió que dejase el acento escocés porque era demasiado fuerte y también explicó su afición al golf, que empezó cuando tomó clases para una escena de Goldfinger, uno de los seis filmes en los que interpretó a Bond. El golf "me atrapó", admitió el actor, y añadió: "debo decir que ha sido una de las cosas más importantes de mi vida. Creo que debería estar en todas las escuelas, con tal de que lo enseñen bien".

Con su inconfundible acento escocés, Connery afirmó que desde pequeño fue seguidor del club de fútbol Celtic, equipo que apoyaba su padre, pero con el tiempo se pasó a sus rivales Rangers. En la sesión de preguntas y respuestas, el famoso intérprete del agente con licencia para matar también admitió su respaldo al plan del empresario norteamericano Danald Trump de construir un  club de golf millonario en el noreste de Escocia. "Mi primera respuesta fue que no podía ver otra cosa que beneficios para esta parte de Escocia porque ha estado siempre bastante abandonada del gobierno de Londres", dijo. Connery fue uno de los mayores contribuyentes, en libras inglesas,   al Scottish Nartional Party, del cual fue miembro y mecenas en los  días peores.

Las películas más populares de su última etapa son "El Nombre De La Rosa" (1986) de Jean-Jacques Annaud, ", "Indiana Jones y La Última Cruzada" (1989), película de Steven Spielberg en la que interpretaba al padre de Harrison Ford, "La Caza Del Octubre Rojo" (1990), "La Casa Rusia" (1990) de Fred Schepisi,   "La Roca" (1995) de Michael Bay.

Aunque está retirado, sus películas le perduran porque su seductora presencia y el saber hacer delante de las cámaras del continúan interesando en el panorama cinematográfico  de Hollywood, sin que su estatus estelar haya sufrido declive con el paso de los años y nuevas interpretaciones.

No tenía una imagen demasiado buena de quienes llevan la batuta en la industria del celuloide. “No digo que sean todos idiotas. Solo digo que de esos hay muchos”, afirmó una vez. Hace mucho que no concede entrevistas. Y si lo hace, no se le puede preguntar ni por James Bond, ni por la independencia de Escocia, ni por mujeres. Corría el año 1989 y él rondaba los 80.  Se sospechaba que el actor y su esposa, Micheline, están implicados en un escándalo inmobiliario en Málaga, en la Costa del Sol. Allí compró una casa de campo y le reclamaron unos impuestos que él se negó a pagar por considerarlos injustos. Pero hasta la Justicia española pareció mostrar una cierta simpatía hacia él, pues las investigaciones recibieron el nombre de Operación Goldfinger. El afirmó que toda la culpa era del espíritu chapucero de Jesús Gil. Se supone que se fue de España enfadado a disfrutar de la vida y del golf viviendo en Niza, Nueva York, Bahamas...

Lo de Escocia si suele ser tema de opinión ante terceros y de conversación frecuente y el “Sí” lo ha llevado toda su vida en la cara, en el acento nada “scottish“, porque tuvo que actuar casi siempre con acento inglés, al servicio de Su Majestad, a pesar de ser un buen intérprete de Shakespeare y de los clásicos ingleses. Afortunadamente nadie le debió preguntar oficialmente de política porque años antes, de haberlo hecho cuando la reina Isabel cuando le nombró caballero del Imperio británico si, por ejemplo el duque de Edimburgo, marido de la reina le hubiera preguntado si se sentía british Connery comentó que su respuesta le hubiera costado ser encerrado en una celda de la Torre de Londres.

Su amor hacia Escocia llega tan lejos, que por ella aceptaría eterna la llovizna escocesa para vivir y el mal tiempo para jugar al golf. Y aunque preferiría que su patria se separara del Reino Unido, el caballero. Sir Sean Connery puede permitirse tales contradicciones: es uno de los inmortales de Hollywood. Su rostro no solo ha quedado en la memoria colectiva gracias a James Bond, sino también a su papel de padre de Indiana Jones y al de una especie de Sherlock Holmes medieval en ‘El nombre de la rosa’.

El final de esta película no de ficción que es su vida, se juega en el referéndum de Escocia en el que no tiene cartas escondidas en la manga como él las atribuye al palacio de Buckingham. Sin pensar en recibir algún premio solo tiene la papeleta del “Sí”. “A mi que me registren”.

 

 


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