¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Economía escriba una noticia?
La producción industrial brasileña creció 0, 2% en noviembre respecto a octubre registrando una débil recuperación menor de la esperada, e insuficiente para compensar las pérdidas del mes anterior, según datos divulgados este jueves por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El resultado estuvo muy por debajo de la media estimada por los 23 analistas consultados por el diario económico Valor, que habían proyectado un alza en torno al 1, 8%, tras la caída del 1, 2% en octubre, según los datos revisados.
En la comparación interanual, noviembre mostró un retroceso del 1, 1% frente al mismo mes de 2015, sumando la 33ª tasa negativa consecutiva, aunque la menos intensa desde que en marzo de 2014 la producción industrial cayó un 0, 4%, según datos del IBGE.
En los once primeros meses de 2016, la producción fabril bajó un 7, 1%, sin ajustes por factores estacionales.
La medición a doce meses, de su lado, acumula un retroceso del 7, 5%, pese a continuar con la reducción del ritmo de caídas iniciado en los últimos meses.
El leve repunte mensual de noviembre se debió principalmente al aumento de la producción de automotores y carrocerías (+6, 1%) y artículos electrónicos y ópticos (+6, 6%), así como de las industrias de extracción (+1, 5%).
El mayor retroceso lo registraron, sin embargo, los productos derivados del petróleo y biocombustibles, con una contracción del 3, 3%.
La situación de la producción industrial brasileña refleja la extensa y profunda caída de la actividad económica en el mayor país de América Latina, que entró en recesión en 2015, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo un 3, 8%. En 2016, debería cerrar con un retroceso en torno al 3, 5%.
De confirmarse esas proyecciones, Brasil tendrá su primer bienio recesivo desde la década de 1930 y su mayor pérdida de riqueza en más de un siglo.
Para 2017, el gobierno del conservador Michel Temer espera un crecimiento del 1%, mientras que el Banco Central recortó recientemente sus previsiones a 0, 8% y el mercado redujo esa expectativa a 0, 5%.