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La caída del Partido de los Trabajadores en Brasil, señala el inicio del estancamiento de la izquierda americana, a la vez que comienza el auge de la derecha, que llevará a los trabajadores a un nuevo esclavismo
La caída del Partido de los Trabajadores en Brasil, señala el inicio del estancamiento de la izquierda americana, a la vez que comienza el auge de la derecha, que llevará a los trabajadores a un nuevo esclavismo.
Todo eso, que es mucho, se lo deben los trabajadores, a una dirigencia mediocre, incapaz de entender algo que señaló Lenin como fundamental para la socialdemocracia rusa a la hora de tomar el Poder, y es la necesidad de un partido centralizado bajo la dirección del proletariado.
El proletariado, es un concepto, que Lenin, también supo definir de forma acertada, el proletariado es "la clase dirigente que sume de forma consciente las reivindicaciones de los trabajadores".
El proletariado no es una chusma, el proletariado no el lumpen, el proletariado no son los pequeñoburgueses con ansias de figuración y poder, camino de convertirse en burgueses.
El proletariado son los hombres y mujeres que asumen dar respuesta a las necesidades de los trabajadores como clase oprimida por una oligarquía corrupta y decadente, que vive a cuenta de obtener plusvalía de los trabajadores a los que explota.
Así que no es proletariado cualquiera, no es proletario el funcionario del partido que se convierte en nuevo rico, en boliburgues, o gerente de tal empresa del Estado, no es proletario el funcionario público que sustituye al terrateniente en nombre del pueblo.
Tampoco son proletarios los que hacen uso de las armas para defender sus posiciones, porque el arma más poderosa de los trabajadores es la fuerza de la razón.
Sólo aquellos que no tienen clara su fuerza, recurren a las armas, sólo aquellos que se ven perdidos y derrotados, recurren a la violencia.
La agonía conduce inevitablemente a la muerte
La razón son argumentos, la razón nace del cerebro humano, la fuerza sale de la vesania asesina de las fieras.
Los pueblos nunca están desarmados, los pueblos cuentan con una arma invencible que es la razón frente a la injusticia.
El peor enemigo de los pueblos y de las clases oprimidas es la ignorancia y la división, así que los pueblos necesitan líderes que sepan unir a las diversas sensibilidades de los oprimidos y no caudillos en tránsito al enriquecimiento personal.
Los trabajadores, los oprimidos, los marginados, los indigentes… están a merced de una clase que no tiene prisas, porque lleva siglos ejerciendo su dominación y ha sabido derrotar, a todos sus enemigos, llámense anarquistas, comunistas, socialistas o simplemente revolucionarios.
Cuanto mayor sea la confusión y la ignorancia, más fácil resulta la explotación del hombre por el hombre, cuanto más complejas se hacen las sociedades, más fácil es crear espejismos y paraísos prometidos.
Cuando se ofrece y se defiende el "Todo Vale", se está mordiendo el anzuelo del "Nada Vale", porque entonces todos son igual de corruptos, igual de asesinos, todos admiten las reglas de un peligroso juego que dominan las oligarquías.
Como dice el refrán popular: Los tiburones no se comen entre ellos"
Adiós a la izquierda, comienza un largo período de reinado de la derecha, con la tecnología y la tecnocracia a su servicio…los trabajadores darán lustre a sus zapatos.
Eso si…seguirá habiendo charlatanes de feria y predicadores de falsos paraísos.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcía-teixeiro