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Acudimos a una ola de sin sentido, capitaneada por oportunistas que aprovechan el desconcierto para saquear lo que encuentran a su paso
No dejan títere con cabeza, todo les vale con tal de sacar partido y obtener beneficios, tienen una cara tan dura como la del diamante, y como él cortan y rayan todo lo que tocan.
Les estoy hablando de las agencias de calificación, esas que en su día calificaron como buenos los seguros sobre hipotecas, esas que calificaron como buena la salud de Lehman Brothers, esas que califican a boleo, a sentimiento, o resentimiento la fiabilidad de las entidades financieras y los gobiernos, o quizás haya que decir... de las naciones.
Estos sinvergüenzas de tomo y lomo, a los que no se aún porqué, se les concede credibilidad, son los mismos que han llevado a la bancarrota a la economía mundial en 2008, gracias a sus favorables informes, que resultaron ser un fraude multimillonario y ocasionaron un recesión sin precedentes de la que aún no se ha recuperado la economía mundial.
Esta caterva de sinvergüenzas, que no sólo no han perdido un céntimo a consecuencia de la crisis, sino que han aumentado sus beneficios, entre otras cosas gracias a las multimillonarias inyecciones de capital que se han visto obligados a desembolsar los gobiernos de los distintos países, afectados en mayor o menor grado, por su irresponsabilidad, su impericia, su desatino, su incapacidad o su mala leche, (La de las agencias de calificación de riesgo).
Que no le están tocando las pelotas a Ghana, se las están tocando a las naciones más desarrolladas del planeta
Este reducido, este microscópico, grupo de personas, tienen agarrado al mundo por las pelotas y no sólo nadie rechista a sus opiniones, lejos de ello, todo el planeta echa a temblar, se caga por los pantalones, escapa despavorido mal vendiendo sus valores y se pone cuerpo a tierra dispuesto a ser sodomizado por las agencias de calificación de deuda, nuevos amos del mundo, a los que nada ni nadie tiene capacidad de controlar.
Los amigos de las teorías conspirativas, los xenófobos, los fascistas y neofascistas se han quedado sin argumentos, el enemigo no era el señalado.
Pero como hay de todo, habrá quien lo vea al revés: Un nuevo superhéroe ha nacido... las agencias de calificación, ellas depurarán a los corruptos, ellas salvarán al mundo del despilfarro de los gobiernos de izquierdas, ellas limitarán el desproporcionado tamaño de los Estados del Bienestar, ellas reducirán los impuestos, ellas nos conducirán por la senda del gasto racional, puro y equilibrado... ellas salvarán al mundo de las garras de la debilidad de la raza blanca.
Todo este sinsentido, se está adueñando del planeta, todas estas estupideces requieren una respuesta, al capitalismo le ha llegado la hora de una reforma en profundidad, los mercados no pueden estar en manos de cuatro descerebrados insaciables, que ponen a su merced a los países más desarrollados del planeta.
Que no le están tocando las pelotas a Ghana, se las están tocando a las naciones más desarrolladas del planeta.