Muchas veces comemos por las razones correctas otras no. Cuando tenemos hambre es el primer ejemplo de comer lo que nos viene a la mente. 

Por simple que parezca, es posible que se sorprenda de la frecuencia con la que las personas comen cuando piensan que tienen hambre cuando, en cambio, se trata de un antojo.

Dado que estamos naturalmente inclinados a cometer errores, también hay ocasiones en las que comemos por las razones equivocadas. Vale la pena señalar un ansia extrema. Más importante aún, los momentos más ansiosos son cuando comemos por aburrimiento o algo peor; cuando buscamos consuelo en la comida. 

Todos hemos estado allí, así que no estás solo. Pero si todavía te sientes culpable de hacer esto de vez en cuando, es hora de hacer algunos cambios.

La alimentación emocional no es saludable para nada. Es peligroso. Empiezas a perder el control en el momento en que empiezas. Como era de esperar, quienes comen por razones emocionales también tienden a desarrollar problemas de salud. La diabetes tipo 2 y la obesidad son dos consecuencias comunes de la alimentación emocional, ya que a menudo conduce a un aumento de peso y lecturas altas de azúcar en la sangre.

Si busca consuelo en la comida, es hora de detenerse. Si como se lo estoy diciendo para ser justos, existe la posibilidad de que lo hagas sin saberlo. Reflexione sobre sus hábitos alimenticios y sobre la situación actual de su salud. 

Si hay algo con respecto a lo primero que sea difícil de admitir y algo sobre su salud que sea preocupante, es muy probable que sea culpable de buscar consuelo en la comida hasta cierto punto. Para detener este comportamiento, debe darse cuenta de que la comida no es principalmente una fuente de placer.

 Si bien puede ser agradable comer, especialmente cuando tiene hambre, debe comer para sustentar y proporcionar a su cuerpo lo que necesita para funcionar. Por supuesto, todavía puede comer por placer. No tiene que renunciar a sus comidas favoritas. Pero tienes que dejar de comer sin restricciones y aprender a moderar tus porciones.

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Además, muchas personas comen por motivos emocionales porque la comida actúa como fuente de alivio. Puede cambiar esto haciendo otras cosas más productivas y beneficiosas para su salud.

¿Estás estresado? Relájese leyendo una buena novela antes de acostarse. ¿Sientes una carga? Ejercítese y continúe su entrenamiento con una comida satisfactoria pero sensata. 

Lo que debe dejar es comer sin sentido, porque aumenta el nivel de azúcar en la sangre y expande su cintura.

No coma cuando no tenga hambre. Una buena prueba de esto es preguntarse si podría comerse una manzana cada vez que piense en comida. Si la respuesta es no o si prefiere otra cosa, es porque no tiene suficiente hambre o simplemente está buscando una recompensa emocional.

Por último, debería ayudarte a beber un vaso de agua cada vez que pienses en comer. La sed crónica puede llevarlo a comer para sentirse cómodo cuando debería hidratarse.

Aunque controlar su enfermedad puede ser un gran desafío, la diabetes tipo 2 no es una condición con la que deba vivir. Puede realizar cambios simples en su rutina diaria y reducir tanto su peso como sus niveles de azúcar en sangre. Aguanta, cuanto más lo hagas, más fácil se vuelve.

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