Cuando organizamos un evento, y si somos la única persona que lo organiza, en nuestra cabeza todo está claro y sabemos exactamente qué es lo que queremos. No obstante, la mayoría de los organizadores olvidan algo fundamental: un evento no se organiza solo para ellos, sino par las personas que acuden a él. Tal vez se trate de un evento de networking organizado solo para empresas, o una feria de ocio de entrada libre. La cuestión es que, mientras más personas acudan a él, más diversidad de opiniones y de reacciones habrá. Muchas cosas funcionarán y triunfarán, pero debemos estar preparados para la crítica, pues solo mediante la comprensión de las cosas que han salido mal podremos mejorar para futuras ediciones de ese mismo evento.

Es complicado, eso es algo que también tenemos que tener presente. No siempre es fácil monitorizar, no siempre entendemos qué ha fallado exactamente, y no siempre podemos contar con que las personas que han acudido a la feria en cuestión sepan decirnos con exactitud qué necesitan. También existen las críticas destructivas, y no las constructivas, y eso no nos ayuda en nada. Teniendo esto en cuenta, tal vez deberíamos animarnos a utilizar una app para organizar eventos. La principal ventaja del uso de un software informático en la gestión de una actividad multitudinaria es que dispondremos de una base de datos debidamente organizada que nos permitirá cuantificar las opiniones positivas y negativas.

Es decir, una app de gamificación, o de control de actos de cualquier naturaleza, nos permite saber en números y porcentajes qué ha fallado y qué ha funcionado. Si transformamos las opiniones en datos que podemos medir, podremos realizar una radiografía bastante precisa del evento. Además, en función de nuestras necesidades, podemos emplear una aplicación que nos permita medir los votos positivos o negativos de la gente, o tener un tapiz visual de todo lo acontecido mediante una app con galería de fotos. Las opciones son numerosas y cada una de ellas se ajustará mejor o peor al tipo de celebración que queramos hacer. Lo importante a la larga es poder hacerlo mejor.