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Forzar concreción política sobre la construcción de un nuevo dique seco en el astillero de Fene, que complementario a los ya existentes complete una oferta ilimitada en el mercado de reparaciones, debe convertirse en una exigencia electoral de la comarca de Ferrolterra
Desde que en 1983 el Gobierno socialista presidido por Felipe Gonzalez, de forma arbitraria convirtiera al astillero de Fene en moneda de cambio para satisfacer las exigencias de reconversión industrial impuestas para la entrada en el Mercado Común, la emblemática factoría naval de este municipio coruñés quedó excluida del mercado convencional, y no en razón a limitaciones funcionales sino por la maquinada determinación de supeditar sin pies ni cabeza el futuro de esta factoría a los intereses de otros territorios del Estado políticamente mas afines
Un despropósito que sostuvo su secuencia durante 32 largos años, al margen de la alternancia bipartidista y de las políticas aplicadas por los diferentes gobiernos que durante el período desempeñaron sin distinción el PP y el PSOE, hablando por si solo el fracaso de sus efectos tal cual refleja el actual balance de resultados, que una vez superadas las prohibiciones impuestas por Europa tiene por todo referente como consecuencia de lo actuado, una cartera de contratación bajo mínimos y la drástica reducción de seis mil setecientos trabajadores de plantilla y tres mil doscientos de las empresas auxiliares.
Estrepitoso fracaso que evidencia el nulo resultado de las denominadas políticas de reindustrialización así como de los sucesivos planes de diversificación comarcal, que por falta de una planificación coordinada y su elevado grado de improvisación, no solo no lograron acabar con el monocultivo del sector naval sino que surtieron el efecto contrario restringiendo toda posibilidad de recuperación del que sin duda, por su singularidad característica ostentaba la condición de ser el principal y más estratégico astillero europeo.
Anomalía que convirtió a Fene como ayuntamiento de radicación en el referente del esperpento industrial por antonomasia, ante el hecho anacrónico de tener una factoría infrautilizada en contraposición a su posición de liderazgo del paro gallego.
Pero a deducir de la actual trayectoria, en materia de política industrial mas que aprender de lo ocurrido evitando cometer idénticos errores, nos empeñamos en tomar análoga dirección a la hora de establecer previsiones de continuidad en el segmento de negocio de reparaciones, actividad que al margen de los avatares del proceso de reconversión, lograra no solo salir indemne sino afianzar un nicho de mercado y mismo alcanzar condición puntera a nivel mundial.
Dique, que de no afrontarse con apremio conducirá al sector de reparaciones a un callejón sin salida
Una posición dominante que de no reaccionar con diligencia puede no solo verse debilitada sino convertida en testimonial, debido al inadecuado dimensionamiento de sus instalaciones en contraste al nuevo escenario que se producirá con la apertura al tráfico el próximo día 26 de junio de las nuevas esclusas de la tercera vía del Canal de Panamá, por ser este el momento en que los post-Panamax, se convertirán en el nuevo estándar de barcos en detrimento paulatino de la flota convencional.
Siendo por eso, que ante esta nueva realidad, mas que instalarse en la ambigüedad de la espera, lo suyo sería afrontar sin dilación la elaboración de los estudios preliminares de viabilidad y de rentabilidad del proyecto de ejecución de una infraestructura ajustada a la nueva realidad de mercado, cuya tipología por mayor funcionalidad debe corresponderse con la de un dique seco; que por garantía debe ir precedido de un acuerdo político de consenso, además del correspondiente programa de actuación, como también del plan económico financiero de acompañamiento y mismo del establecimiento de protocolos con socios estratégicos y operadores.
Y todo ello afianzado en las favorables expectativas de crecimiento del tráfico marítimo mundial en el contexto de un emergente mercado de exportaciones e importaciones de mercancías, habiendo de añadir a ello el aporte de una inmejorable posición geográfica en el marco de las rutas atlánticas, y el mas que previsible incremento de la actividad marítima que elevará el incremento de la actividad de reparaciones en el marco de las nuevas unidades de flota, que con la implantación de esta infraestructura, podrían acceder al mercado del que actualmente están excluidas.
Tercer dique seco cuyo emplazamiento por idoneidad y cohesión espacial debiera localizarse en el contorno aledaño al dique dos de la antigua Astano, de tal modo, que la configuración de su implantación, garantizando el alojamiento a su interior de megabuques de última generación no tenga mayor penetración en la Ría que el ahora existente, para con ello, mitigar el impacto al medio marino y facilitar igualmente la conformación y ordenación de un área concreta de reparaciones, que además de agrupar las instalaciones vinculadas a la actividad anexione los espacios ociosos necesarios para favorecer la racionalidad de tránsitos interiores en el recinto del redimensionado enclave.
Siendo ahora, en coincidencia con la iniciada campaña electoral, el momento apropiado para instar de las formaciones políticas participantes en los comicios que concreten su compromiso de refrendo a la ejecución de esta infraestructura marítima, que de no afrontarse con la oportuna celeridad además de agravar la precaria situación del astillero, abocaría el futuro del sector de reparaciones a un callejón sin salida.