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Dice el refrán, que hablando se entiende la gente, y es bastante cierto por regla general. Es verdad que si no se habla, el entendimiento entre personas será imposible. ¿Pero siempre entendemos el fondo de las palabras de lo que nos cuentan los demás?
Es manifiestamente claro que si dos partes no hablan entre ellas, no se comunican, es imposible que lleguen a un acuerdo, que se entiendan sobre cualquier tema sea éste político, social, y por supuesto romántico o de amistad.
¿Creemos que siempre que expresamos nuestras ideas todas las personas a las que hablamos entienden lo mismo?
Sería normal que todos los oyentes que hablen nuestro propio idioma entiendan lo mismo después de que digamos algo, después de que expresemos nuestras ideas.
No obstante, eso no es así y ahí radica la complicación de la comunicación ¿cómo es posible que hablando en la misma lengua no todos entiendan lo mismo?
¿Cuantas veces nos damos cuenta de que estamos expresando unos y otros las mismas opiniones y aún así estamos discutiendo agriamente?
Entonces es cuando nos percatamos de que las palabras no parecen suficientes para hacer entender a los demás lo que queremos decir, y que cuando la conversación termina, unos se van pensando que has dicho que la montaña es azul y otros pensando que has dicho que no es azul...
Es maravilloso cuando dos personas se entienden con pocas palabras e incluso con mínimos gestos son capaces de ir hacia la misma idea, y hacer o dejar de hacer lo que el otro espera de ellos.
Pero esos casos suelen ser escasos y lo que normalmente ocurre es lo contrario, y el entendimiento se hace difícil, porque todo se tergiversa y se complican las ideas haciendo parecer que hay una distancia abismal aun cuando puede que no sea así...
¿Tenemos las personas un juicio a priori de las otras personas y eso nos hace entender las cosas de distinta manera, con distinto contenido?
¿No suele ocurrir que cuando habla alguien que nos gusta, estamos concienciados para creer que lo que dice es cierto y es bueno?
¿Y no sucede que al hablar alguien que no nos gusta o interesa, todo lo que dice parece equivocado incluso cuando estamos de acuerdo con el?
El tema de la equidad :
creo que muchas veces brilla por su ausencia, y todo se basa en favoritismos, en simpatías y cariños previos .
Con esos mimbres, con esos comienzos contaminados de "injusticia" no es posible el entendimiento, y todo lo que diga la persona/s que no nos gusta o cae bien, parece una tontería sin importancia, algo sin interés alguno para nosotros y que intentamos que lo sea para todos, menospreciando esas ideas.
Si me oyes, pero no me escuchas y luego expresas mi idea como propia o la atribuyes a otro, estás siendo injusto y eso es al final, es malo para todos
Ser justo con los otros, es la primera piedra de que las palabras que decimos, lleguen con su sentido, con su profundidad y con su verdadera importancia a todos los demás, llegando a contar como buenas en un diálogo tanto social, como profesional.
El juicio a priori de las personas que no nos gustan, logra que sus ideas, sus impulsos y esfuerzos por expresar sus opiniones para la mejora del tema que nos ocupe, no logren llegar a nadie, y si lo hacen lleguen tergiversadas y muertas de antemano.
Entenderse las personas, parece algo sencillo hablando en común, pero para ello hace falta escuchar a los demás sin apriorismos ni ideas preconcebidas y dando la oportunidad de entender lo que dicen y si nos parece adecuado, elevándolo a los demás.
Esos gestos de generosidad y normalidad democrática suelen brillar por su ausencia, y nuestros egoísmos nos hacen que normalmente no escuchemos a los otros, y sobre todo que no demos importancia a lo que dicen.
Por otra parte, ocurre justamente lo contrario, que escuchamos y apoyamos ideas vacuas o ideas que han sido "sustraidas" de otras personas dándolas por válidas como importantes y propias de las personas que nos gustan o que tienen un fuerte predicamento social o laboral.
Este tema, no solo ocurre cuando son conversaciones más o menos públicas, sino también cuando alguien comenta algo a otra persona, y ésta ningunea su idea o ideas, para imponer las suyas e incluso para presentar las ajenas y ninguneadas, como propias.
Ser justos, ecuánimes y practicar la equidad siempre, como en todo, es la piedar angular de que hablando se entienda la gente.
Suerte, paciencia y perseverancia.
Amén......