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La mayoría de los lectores se que son amantes del fútbol, pero la verdad que en Nicaragua seguimos muy de serca el beisbol y este Clavalo es un ejemplo a seguir para la juventud nicaraguense
Cuando el reloj marcaba las diez y media de la mañana, al engramado del “Pedro Selva”, de la ciudad de Jinotepe, Carazo, entraba el big leaguer Everth Cabrera, quien asombró a decenas de niños, y adultos, por sus excelentes condiciones deportivas.
Cabrera estiró sus brazos con el prospecto caraceño Gustavo López, corrió unos diez minutos, ejercitó su musculatura y también pasó tanda, conectando contundentes líneas a los jardines del parque caraceño
Una vez concluida su rutina, el grandes ligas nicaragüense se dispuso a dialogar ampliamente con nosotros en las graderías del rústico estadio jinotepino
El estrella del mejor béisbol del mundo remembró en su lúcida mente que en su infancia, “cuando tenía seis años le pedí a mi mamá que me comprara un guante a un cubano que habitaba en la ciudad de Rivas. Ella respondió a mi solicitud pese a su bajo salario de auxiliar de enfermería. Hoy recordar esa historia es bonito, sobre todo cuando veo a los niños en los cuadros de pelota” describe Cabrera, con voz entrecortada.
Actualmente el nandaimeño habita en la ciudad de Jinotepe con su progenitora Daysi Molina y su novia Xiomara Membreño, de quien confesó, lo conquistó hace cuatro años.
El pelotero profesional es hijo único de don Everth Cabrera, un artesano granadino quien lo procreó en 1986
“Cuando empecé a jugar con los Tigritos, en la ciudad de Nandaime, entrenaba con el hijo de Pedro Torres. Yo jugaba en la calle, pero no me acuerdo de quienes me dieron consejos profundos. A los quince años me inscribí en Mayor “A”, Hubert Silva, me llevó a un torneo en San Rafael del Sur, y desde ahí en mi cabeza se me metió la idea de llegar a ser firmado”, expresa la figura pinolera, a quien no le importó haber firmado por apenas cinco mil dólares, ya que hoy se han multiplicado en cantidad de divisas y calidad profesional como deportista.
“La lucha, las habilidades, el espíritu y el hambre de superación, como Tejada que hizo un try out descalzo, te fortalecen. Aquí nadie hace eso. Cuando fui a Dominicana en el 2004-2005, los entrenamodores me ayudaron a ser ambidiestro”, explica el pelotero de 24 años de edad y con un futuro prometedor.
Superar la presión
“En las ligas menores jugué solo segunda base. Rolando Fernández metió sus manos por mí, asumió los riesgos, y ahora soy un Grandes Ligas. No me importa quién este lanzando, yo puedo hacer el papel sin presión, llego temprano al estadio, me relajo, escucho música previo a cada partido y le suplico a Dios, que me de salud en cada juego, el resto lo pongo yo con muchas virtudes pese a que a veces salgo de concentración cuando hago un error, pero gracias Dios, he mejorado concentrándome más y madurando”.
“Ahora voy al spring training con optimismo, con más hambre porque en este negocio uno no sabe dónde vamos a parar. Los otros equipos ya me conocen y la guerra por quererme sacar out es mayor”.
Cabrera recordó que los primeros días en gran carpa fueron una odisea.
“El primer mes en los Estados Unidos me sentí frustrado, hasta bajé quince libras. Poco a poco mi familia me ayudó para que aumentara de una hora a tres horas los entrenamientos para mantenerme en las grandes ligas, porque amo el béisbol”.
Everth aseguró que ha compartido amenos diálogos con Omar Vizquel y Rafael Furcal
Everth aseguró que ha compartido amenos diálogos con Omar Vizquel y Rafael Furcal.
“Vizquel, me miró un defecto. Dijo que no me esforzara más de la cuenta, que escogiera la pelota de rutina para no perder el control y hacer un mal tiro, que me afincara mejor y que no me preocupara con los batazos que quedan en inatrapables”.
“Mientras Furcal, mi pelotero favorito dialogó conmigo cuando me lesioné de la muñeca. Me dio ánimo cuando me miró triste, me dijo que a él lo han operado en tres ocasiones, y nunca echaba para atrás, siempre confiaba en Dios”.
A como a dice el viejo refrán, no todo lo que brilla es oro. “Yo iba con la mentalidad de ganar el premio de Novato del Año, no se pudo por los dos meses de estar inhabilitado. Me frustré, pero mis compañeros me dijeron que yo era un grande, pese a que terminé la temporada cansado”.
Cabrera alcanzó un voto por los expertos norteamericanos en la disputa por esa nominación, y muchos cronistas pinoleros lo han catalogado como un pelotero de valores humanistas y conservador.
De sus metas para esta temporada, respondió que “yo no sé qué pueda pasar, no me gusta decir las cosas antes de que sucedan. El reto que viene es difícil, jugar 162 partidos”, comento Everth, quien asegura que su compromiso con los Padres de San Diego durará por los próximos dos años.
Grandes consejos
“Que los jóvenes practiquen muchas horas, así como yo, que paso un día completo agarrando roletazos para mejorar la cobertura en los reflejos, que se facilitan cuando uno juega en los engramados de grandes ligas”.
Cabrera instó a las autoridades gubernamentales a que “hay que invertir en el deporte, no han apoyado a los deportistas. Las condiciones de los terrenos no son los adecuados para jugar béisbol profesional ponen en riesgos a los peloteros prospectos de las diferentes organizaciones, las que vienen y rápidamente se van, porque no hay condiciones adecuados. Se debería levantar estadios nuevos para jugar con mayor agresividad y que ningún jugador se lesione”, comento el veloz corredor campocortista de San Diego, quien pronostica estafar más de 50 colchonetas, gracias a sus bien dotadas piernas.
“El receptor con mejor brazo y certeza de ponerte fuera es Yadier Molina, del equipo de San Luis. No sé quien sea el peor, yo no menosprecio a nadie, simplemente cuando estoy bateando, me preocupo en embasarme y una vez cumplido ese objetivo, voy con la mentalidad de robar para anotar con mayor facilidad”.
Cabrera afirma que ha conversado con el veloz pelotero miembro del Salón de la Fama, Rickey Henderson, quien jugó con unos ocho equipos, y en su tiempo dorado con los Atléticos de Oakland, en tres ocasiones se estafó más de 100 bases por temporada.
“Rickey me ha dicho que para robar más bases tengo que tomar cuatro pasos a la derecha de cada base, para luego aprovechar y conseguir el propósito”.
Finalmente el segundo granadino de llegar al mejor béisbol del planeta, siguiendo a Denis Martínez, el latino más ganador de todos los tiempos, descarto que algún día vista la camiseta de la Selección de Nicaragua. “No creo, lo veo imposible”.
Everth Cabrera Jugador de los Padres de Sandiego se convirtio en el juagador numero 11 de llegar a grandes ligas en este deporte