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El vuelo hacia la madurez
Cuando me dijeron que el viaje era por seis anos no me sorprendió la cantidad, ni siquiera pensé en ello. Entonces trabajaba para una empresa de inversiones como administrativo y la verdad me parecía bastante aburrida mi vida, por el día trabajaba y por la noche iba a la universidad, pero hay que entenderlo así literalmente iba, ya que no estudiaba. Tenía muchos deseos de ver otro mundo conocer otra gente y ver otros lugares y por eso rellené todo los papeles para pedir una beca para estudiar en el extranjero, estaba disidido y me sentía seguro que eso era lo que quería, la beca me la aceptaron y comenzaron los preparativos para el viaje, al fin lo había logrado estaba feliz.
Una semana antes del viaje, después de fiestas de despedida y de comprar algunas cosas comencé a sentirme raro, era un sentimiento un poco nuevo para mi, algo así como un bacío en el estomago, comensé a ver por primer vez en mi vida lo bonito que ra mi ciudad y el deseo de quedarme era tan intenso como el de irme, me sentí triste y muy pequeño, pero ya no había vuelta atrás.
Una semana antes del viaje
El día anterior a la partida yo ya no sentía ninguna alegría y entonces pensé por primera vez que yo nunca había volado, entonces tenía miedo, frío y calor en todo el cuerpo.
Y señores el avíon emprendió el vuelo hacia lo desconocido para mí y entonces sentí que la mitad de mi vida se quedaba sin mi, ví a las personas que viajaban conmigo y me sentí muy solo, no quería ni comer ni beber, solo quería pensar, pensar en lo que había hecho, entonces entendí que seis anos era mucho tiempo.Cuando hicimos escala en Cuba, pensé que estaba aún a tiempo de regresar, pero no hice nada y seguí mi viaje hacía la antigua Unión Soviética, donde aprendería a valorar el tiempo y las personas.