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Sergio Herrera 52 años después… .
Hace 52 años, el 23 de Julio de 1959 los estudiantes universitarios marchaban en las heroicas calles de la ciudad de León, repudiando lo acontecido “ Masacre” en el chaparral, y como era de esperar la guardia genocida de Somoza reprimió de manera brutal a los centenares de estudiantes, Acecinando a cuatro compañeros (José Rubí, Sergio Saldaña, Erick Ramírez y Mauricio Martínez) marchistas, en reconocimiento al compromiso sellado con Sangre del movimiento estudiantil, con la lucha por la libertad del pueblo nicaragüense, se conmemora el 23 de Julio como el día del estudiante Nicaragüense.
Desde entonces los estudiantes Universitario han jugado un papel determinante en la lucha por la libertad de nuestro pueblo, por el acceso a una educación gratuita y de calidad, jamás podemos olvidar la sangre derramada por los estudiantes que defendieron heroicamente la revolución popular sandinista, los compañeros estudiantes asesinados en los años de los gobiernos neoliberales, siempre, Gerónimo, Porfirio y Roberto, serán referente del compromiso histórico del estudiantado Nicaragüense con las futuras generaciones y sobre todo con la gratuidad de la educación.
Han pasado 52 años y grande ha sido el debate si la educación es un derecho o un servicio. Las posiciones están marcadas; por un lado, desde la perspectiva de los sectores neoliberales todo es susceptible de ser comprado y vendido, todo se convierte en mercancía y por lo tanto tienen un valor de uso y un valor de cambio, en ese ámbito entran la salud, la vivienda, el agua, el trabajo, los seres humanos y, por supuesto, la educación. Es más, si el oxígeno fuera posible envasarlo, los neoliberales le pusieran precio y lo vendieran en el mercado.
Por otro lado estamos los que coincidimos con la perspectiva que tiene nuestro gobierno que tanto la educación, la salud, la vivienda son derechos humanos a los que debemos acceder. Solo la educación dará libertad a los seres humanos, decía un pensador. La educación es un derecho al que no debemos renunciar y debemos defenderlo, y estos nos enlaza, nos une y nos fortalece más en la consigna de una reforma universitaria por y para los estudiantes y por la defensa de la gratuidad de la educación pública, porque la educación es un derecho no una mercancía.
En los actuales momentos existen condiciones para echar abajo varios elementos que durante la larga noche neoliberal “ convencieron” a sectores de nuestro pueblo, como aquella idea de que “ todo lo que se paga es de calidad” y, por lo tanto, la educación privada es mejor que la pública; Equivocada idea, En general, quienes acceden a la educación privada en muchos de los casos provienen de los sectores medios y altos de la población, y sus condiciones de aprendizaje son distintas a los sectores populares: buena alimentación, internet y computadora en la casa, etc… . En dichas instituciones se privilegia el pago puntual de las mensualidades, dejando de lado el tema académico, aquí se cumple a la perfección el conocido refrán “ tanto tienes, tanto vales; nada tienes, nada vales” . En estas condiciones comparar la educación pública con la privada es una ligereza mal intencionada.
A nivel mundial, el debate que se realiza es al respecto de la universalización de la educación superior y hacia allá debemos apuntar; sin embargo, dar pasos en el proceso de aplicación de la gratuidad de la educación superior es ya positivo. Los países que han logrado un desarrollo económico y cultural importante pusieron como base la inversión en la educación. Esta es la clave!!!!!
Quiero recordar las palabras del inmortal Salvador Allende cuando les hablaba a los estudiantes de la Universidad de Guadalajara allá por el año 1972 y su concepto educación de calidad, que expresaba en aquellos tiempos aquel visionario presidente, cito:
“ Hay jóvenes viejos que comprenden que ser universitario, por ejemplo, es un privilegio extraordinario en la inmensa mayoría de los países de nuestro continente. Esos jóvenes viejos creen que la universidad se ha levantado como una necesidad para preparar técnicos y que ellos deben estar satisfechos con adquirir un título profesional. Les da rango social y el arribismo social, caramba, qué dramáticamente peligroso, les da un instrumento que les permite ganarse la vida en condiciones de ingresos superiores a la mayoría del resto de los conciudadanos. Y estos jóvenes viejos, si son arquitectos, por ejemplo, no se preguntan cuántas viviendas faltan en nuestros países y, a veces, ni en su propio país. Hay estudiantes que con un criterio estrictamente liberal, hacen de su profesión el medio honesto para ganarse la vida, pero básicamente en función de sus propios intereses...” fin de la cita.
Y con estas sabias palabras del presidente Allende, quiero expresarles a compañeros que la calidad de la educación, no debe basarse solamente en lo científico- tecnológico que se le enseña a nuestros compañeros estudiante, sino que debe ir acompaña con un alto sentido humanista, de conciencia social, no podemos desvincular jamás la Universidad con el pueblo, y siempre recordar que somos jóvenes universitarios privilegiados, maestros privilegiados y trabajadores privilegiados y cuando digo somos privilegiados en comparación con los miles de jóvenes que no pudieron ingresar a una Universidad, con el profesional que no tiene un salario, ni prestaciones, ni estabilidad laboral, como la tenemos en la Universidad…
Decía el comandante Ernesto Guevara de la Cerna, al recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Central de las Villas (28 de diciembre de 1959): cito “ … Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo… ” fin de la cita.
Hemos citado a dos compañeros con visiones claras en cuanto a la Universidad y la educación superior, de ello podemos concluir que la Universalización o mejor llamémosle masificación de la educación superior, debe ser de acceso gratuito, ojo con ese término de gratuidad, algunos lo usamos en discursos bonitos, pero hacemos cobro hasta para la impresión de una hoja con tu historial académico, con el pretexto, que el papel esta caro, luego la depreciación y el consumo del tóner, que se le tiene que pagar a la secretaria o secretario en fin… ojo con eso… luego debemos estar alerta con la pertinencia de la educación y no inventar informes falso, que conllevan a tomar medidas erróneas con mayor o menor repercusión en la educación.