Quenri Madrigal

Las recientes elecciones generales han dado una muestra clara de la forma en que los y las nicaragüe nida Nicaragua Triunfa, el Frente Sandinista, el Comandante Daniel y el pueblo que le respalda; tienen la oportunidad de seguir construyendo esa revolución que nace de la inspiración de nuestros héroes y mártires.

Ese 62% debe ser entendido como el fin de los miedos incrustados en cada campaña hacia la imagen del Frente Sandinista y del comandante Daniel en especial. Ese 62% en crecimiento, es la confianza de un pueblo que antes nos miraba con recelo; pero que en cinco años de Amor, Paz y Vida, ha comprendido, ha visto y ha sido participe de los cambios sociales que ha hecho el Frente Sandinista en el País.

Ese 62% y más, es el crecimiento de la consciencia en la Nicaragua maltratada por la saña y las mentiras del sistema neoliberal; es la victoria de los valores frente al egoísmo, a la exclusión del capital; es el triunfo de la solidaridad y la fraternidad ante la mezquindad; es la coronación del amor al prójimo, del amor por el amor mismo frente al odio visceral de las clases dominantes que reniegan, que ofenden y que conspiran asesorados por la bota imperial contra el pueblo presidente.

Ese crecimiento en consciencia es la mejor de las ofrendas para nuestro siempre eterno comandante Carlos Fonseca Amador, esa consciencia de la gente, que ya no es manipulada, que ya no puede ser engañada, que ya no cree en la derecha hostil. Ese pueblo que vota consciente sin odio, en amor, que eligió la vida, la paz antes que la violencia, es la que se debe trabajar, es sin duda nuestra materia prima para construir la mejor de las naciones.

Estamos ante uno de los momentos históricos más importantes de Nicaragua. El pueblo decidiendo el rumbo de la patria sin armas, sólo con el poder de la consciencia, con el poder del amor. Ese es el rumbo del Frente Sandinista y es el rumbo que siguen miles de jóvenes en todo el país.

Sin duda, esta victoria trascendental le pertenece a la juventud consciente, a la juventud que emerge como fuerza de la revolución que construimos día a día en Paz y en unidad.

Como bien lo ha dicho nuestra compañera Rosario: “Hemos vuelto a nacer, con rostro de juventud”… Es a nosotros los y las jóvenes que nos toca ese bello reto de interpretar, de analizar, de proponer el rumbo de la Revolución. En amor y en consciencia podemos vencer los obstáculos que nos imponga el adversario…

Ese adversario que aún le duele la derrota y que motivado por un plan específico de desestabilización, quiere imponer una imagen mediática de fraude, que no existe, ni existirá. Prueba verídica de ello, es que el pueblo aguerrido de Nicaragua está tranquilo, viendo el show mediático que montan Gadea, Montealegre y compañía, planes operativos que no encuentran eco ni respaldo popular.

Debemos defender nuestras conquistas, debemos cosechar nuestra consciencia, debemos sin duda conquistar más corazones y ese es el reto de la juventud presidente, principal protagonista de esta batalla épica, de esta victoria épica. Juventud que somos energía luminosa de los valores de Sandino y que no podemos caer en la vanidad, en el egoísmo ni en la soberbia.

Para construir este porvenir en victoria debemos seguir trabajando sin descanso, que la solidaridad siga siendo nuestro estandarte, el amor nuestro escudo y que hagamos cumplir la frase inmortal del comandante Carlos “Implacables en el combate, humildes y generosos en la victoria”.