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El consumo responsable es una buena alternativa en el cuidando del medio ambiente, de igual manera una de las alternativas que maneja el consumo responsable es la compra a productores locales
La contaminación es un suceso que se lleva presentando desde hace décadas pero ha tenido un mayor crecimiento en la actualidad, es decir, se han visto más tipos de contaminación que antes.
El consumo y la producción que realiza el ser humano dependen principalmente de los recursos naturales que nos brinda el planeta, pero el exceso del consumos de estos recursos está haciendo fuertes repercusiones que ya son capaces de notarse a simple vista como por ejemplo la deforestación de miles de hectáreas de la palmera aceitera para la elaboración de cada vez más productos de la industria de alimentos, estas y más acciones de este tipo ponen en peligro los ecosistemas de los que depende el desarrollo futuro.
En la actualidad cada vez más personas se están preocupando por el medio ambiente y están tomando acciones respecto a ello que van desde la realización de campañas a niveles nacionales o con acciones simples en la forma de separar la basura y llevarla a centros de reciclaje cercanos o de buscar alternativas de consumo responsable.
El consumo y la producción responsable mundial (fuerzas que impulsan la economía mundial) necesita del uso del medio ambiente natural y de los recursos naturales de una manera que continúa teniendo efectos negativos sobre el planeta. Este concepto es el objetivo número 12 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). El progreso económico y social han conseguido que durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación del medio ambiente que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que necesita nuestro desarrollo futuro.
La causa más importante de la contaminación son las acciones humanas. Entre los principales factores se tiene la producción con tecnologías que dejan desperdicios en el ambiente, el consumo excesivo, la sobreexplotación de recursos naturales, y la falta de control sobre la emisión de ruidos, ondas magnéticas, radiación y otras externalidades negativas.
A nivel mundial existe una discusión sobre los fenómenos ambientales, que cada vez son más frecuentes debido a las actividades humanas y la falta de respeto a sus ecosistemas, a tal grado que hoy en día, el mundo entero está enfrentándose a una crisis medio ambiental y no a simples problemas de cambios climáticos. Ante esta situación, la “Cultura de Reciclaje” presenta una alternativa para que el planeta lleve a cabo los procesos de restauración frente a la gran cantidad de desechos generados al transcurrir del tiempo, siendo que es responsabilidad de los países la implementación de esta cultura en los diferentes ámbitos, a través de normativas, educación y la creación de instituciones de apoyo a esta nueva forma de vida.
El impacto ambiental que tienen los empaques está relacionado directamente con los siguientes puntos: el material empleado, el fin para el que se va a utilizar, las solicitudes específicas del cliente y si se puede reciclar o reutilizar de forma correcta. Además, la producción de empaques requiere materias primas y energía. Así como el transportar y reciclar empaques también cuesta energía y otros recursos.. Todo esto es nocivo para el medio ambiente.
La persona consumidora y usuaria responsable es la que además de conocer sus derechos, se guía por criterios sociales y medioambientales con el propósito de contribuir a un entorno favorable para el resto de los personas, y garantizar un consumo con el menor impacto posible al ambiente, con el objeto de contribuir a una mejora en la calidad de vida de las personas y de las generaciones futuras. Hacerlo de una manera más responsable significa cuestionar a la hora de comprar qué es lo más importante y qué no; cuáles son nuestro poder adquisitivo reales y, después de ello elegir los productos que más nos convengan, no sólo por su precio o su calidad, sino también porque son amigables con el medio ambiente y porque las empresas que los hacen cumplen con los derechos humanos y los principios de justicia social.
El consumo responsable no solo considera la realización de compras más racionales y equilibradas con la economía familiar. Este término consiste en la elección de productos y servicios de acuerdo a diversos criterios. Un precio justo o la necesidad, son dos de ellos, así como el impacto ambiental, el impacto social, la ética y normas de las empresas que los producen y las condiciones de las personas involucradas directa e indirectamente en la elaboración del producto o la prestación del servicio.
Medio ambiente
Así, el consumo responsable surge de una idea fundamental: “sólo debemos adquirir los productos que realmente necesitemos”. Se trata, esencialmente, de saber comprar y hacerlo de manera consciente y racional, tomando en cuenta conceptos como es la ética, la ecología.
Es mucho más que una moda, es una opción viable en la lógica del consumo masivo que se basa en la compra de productos sostenibles que den valores como la igualdad de oportunidades, la reducción de la pobreza, el trabajo decente, la empatía y la preservación de los ecosistemas. Esto permitirá a las empresas y la sociedad en general puedan tener una adecuada forma de consumo de productos, servicios, y recursos del medio ambiente en base a sus necesidades reales, así como proponer acciones que permitan la disminución de problemas ambientales por medio de la reducción, reutilización y reciclaje de materiales, lo que preservará un desarrollo sostenible.
La Huella Ambiental es igual al impacto ambiental que genera un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida, analizando el desempeño ambiental de la compañía y su evolución con el paso del tiempo para poder planificar las acciones pertinentes para reducir el impacto ambiental y mejorar la calidad ambiental de la compañía.
Una de las alternativas podrían ser los productos libres de empaque. Relacionado con el apogeo de una mayor conciencia medioambiental, los últimos años ha empezado a aumentar un movimiento alrededor del mundo que exalta el consumo de productos sin envases o empaque, por lo que en los últimos años comenzó a tomar fuerza el concepto de “No-Packaging”, el cual busca atraer a un público comprometido con el medio ambiente y que aparenta poner a prueba lo racional de la comercialización del siglo XXI.
Dentro de los diferentes tipos que promueve el “no packaging” se pueden mencionar las ventas y compras a granel, que cada consumidor lleve sus propios envases reutilizables para poder evitar los embalajes de productos y el desarrollo de productos que no requieran envases o la utilización de algunos productos naturales, como son los biodegradables o el aprovechamiento de plantas o alimentos que normalmente se tiran, como son las hojas del maíz. Un ejemplo para esto puede ser la cosmética sólida, ya que al ser todo sólido no requiere de empaques, dentro de esta categoría podemos encontrar shampoos, cremas, desodorantes y demás productos que la mayoría de las personas ocupan diariamente en sus rutinas de cuidado e higiene personal.
Otra de las alternativas para tener un consumo responsable son las compras a granel, como se mencionan anteriormente, nos permiten reducir la mayor parte de envases y empaques con bolsas de tela y recipientes, nos permitirá reducir en gran parte envases innecesarios y ahorro de recursos. Comprando a granel se apoya a los pequeños comercios y se contribuye a la economía local. La mayoría de los consumidores hace sus compras en supermercados, lo que ha originado que el comercio local haya en declive en los barrios y ciudades, afectando esto a familias locales. Cuando se compra a granel, en mercados o tiendas de barrio, se da el apoyo a tiendas que representan nuestros valores. Las tiendas a granel, compran en grandes cantidades lo que permite ir disminuyendo la huella de carbono. El hecho de que se compre en grandes sacos se puede decir que menor peso y mayor cantidad, es decir, menor necesidad de transporte y como resultado, menor contaminación.La mejor opción es comprar sólo lo que se necesita evitando así el desperdicio alimentario. Se ha comprobado que el envasado aumenta el desperdicio de alimentos causando inconscientemente a comprar más de lo que necesitamos en muchos casos. Además, el hecho de no haber límites en las cantidades que deseamos comprar, nos permite también ahorrar económicamente, ya que solamente se compra lo que necesitamos.
Como última alternativa, igual mencionada anteriormente, pueden ser los empaques biodegradables, ya que el plástico de base biológica (bio-basado) está hecho a base de plantas como son el maíz, caña de azúcar o de papas. Las fibras que componen estas plantas se utilizan como materia prima para elaborar los empaques. Son recursos renovables, es decir, puedes plantarlos una y otra vez. Esa es la ventaja por encima del plástico ordinario, ya que este se elabora desde el petróleo, el cual es una materia prima que no es renovable. Esto principalmente sustituye a los desechables de unicel, muchas cafeterías y restaurantes los utilizan para sustituir popotes y vasos; para métodos de envió, como es el relleno de los empaques para amortiguar los productos dentro de las cajas, se encuentran los famosos “cheetos”.
Los beneficios para el ambiente que trae el consumo responsable es el disfrute de la biodiversidad, generar igualdad social y un ahorro económico. Tener un consumo responsable el día a día es beneficioso para el planeta, para el país y para cada persona ya que no solo ayuda a reducir la huella ambiental ni la calidad del medio ambiente, sino que tiene todos esos beneficios antes mencionados. Para muchas personas puede ser considerado un estilo de vida, ya que puede ser un estilo minimalista y/o zero waste, ya que al ser conscientes de las acciones y de los recursos empleados en la producción o consumo responsable, es más fácil obtener resultados positivos.