La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tuvo que suspender hoy una gira oficial debido a que las cenizas emanadas por el complejo volcánico chileno Puyehue Cordón Caulle volvieron a afectar el espacio aéreo del país. La mandataria iba a visitar este viernes una planta automotriz de la empresa General Motors en la ciudad de Rosario, ubicada a 312 kilómetros de Buenos Aires, pero tuvo que postergar su viaje para el próximo martes. El retraso se debió a que el aeropuerto rosarino se encuentra cerrado desde el jueves debido a que el viento volvió a trasladar las cenizas del volcán chileno, fenómeno que se ha repetido de manera intermitente a lo largo de este año. De hecho, cientos de vuelos están suspendidos o retrasados también en el Aeroparque Metropolitano de Buenos Aires desde el martes pasado, lo que ha afectado la operación de Aerolíneas Argentinas, Austral, LAN, Andes y Sol. A las cenizas volcánicas se les sumó, además, un conflicto sindical de los controladores aéreos, lo que complica aun más el tráfico de aviones en un aeroparque que opera todos los vuelos locales y algunos internacionales a Chile, Brasil y Uruguay. Aerolíneas Argentinas y Austral habían denunciado que las demoras en los vuelos se debían no a las cenizas, sino “a medidas de fuerza encubiertas por parte de los controladores aéreos y el personal técnico aeronáutico". Por eso es que el Ministerio del Trabajo dictó una conciliación obligatoria para evitar la paralización de los vuelos, los cuales se comenzarán a normalizar entre hoy y mañana. El complejo volcánico Puyehue- Cordón Caulle entró en erupción en junio pasado y cinco meses después continúa lanzando cenizas que dificultan el tráfico aéreo, principalmente en la zona sur de Argentina.